miércoles, 27 de abril de 2011

Nuevo estadio Corona en la Laguna ¿Y la arquitectura?


México DF, a 12 noviembre 2009


Lo inauguro FCH, estuvo Pelé, ex jugadores del Santos y hubo un show de Ricky Martín pero el estadio que forma parte de un gran proyecto urbano inmobiliario que se llama Territorio modelo (creo) es por así decirlo sencillo y carente de cualquier apuesta por la contemporaneidad arquitectónica.
Pensando sobre todo como en los últimos años han brillado este tipo de edificios y programas con estadios como el Nido de Pájaro en Beijing o los nuevos estadios de diversos equipos de futbol europeo.
El acontecimiento brillo por la falta del invito de honor: la arquitectónica, se inauguro un estadio funcional.
A ver cómo nos va con el de Chivas que nació más pretencioso, pero creo que también lo construye HOK.  ¿Y en la ciudad de México? Digo,  además del clúster comercial del Hipódromo y  el de Bancomer en  Santa Fe, no tenemos nada de este tipo. Bueno el nuevo foro/arena de TV Azteca en Azcapotzalco y por tamaño los nuevos CETRAMS de los diversos paraderos del metro en la periferia de la ciudad. Pero todo ellos tiene un fuerte sentido comercial y su calidad corresponde a ello.  

Alejandro Leal

Liverpool última víctima del efecto Camino Real


México DF, a 12 noviembre 2009

¿Donde quedo lo exclusivo en México? Todos somos Sears
Si uno compara la calidad arquitectónica, espacial, constructiva, urbana y no se diga los productos que vendían en las tiendas Liverpool en el pasado, digamos  en los años sesentas y setentas con lo que representan hoy y lo que venden hoy uno se tiene que dar cuenta de que algo paso. Este suceso es trascendente porque cambia la manera en que vivimos la ciudad, en especial si consideramos la importancia inmobiliaria que tiene Liverpool (y Palacio de Hierro) como agente detonador de lucrativos y especulativos desarrollos.
Ahora tenemos muchos más Liverpool’s, más Ángeles, más Caminos y la mayoría de ellos si no es que todos son menos exclusivos, más feos y perversamente ligados a la explotación comercial. No es raro tener un Camino Real a un lado de un Ángeles a un lado de un Liverpool y que al mismo tiempo huela a papitas de McDonald’s.
Cuando hicieron un hotel Camino Real en la lateral del periférico como una torre de más de 10 pisos de estructura metálica y durock que aparentara ser un muro aplanado de Ricardo Legorreta y además pretendiera establecerse con ello como una metáfora del muro celosía de Mathias Goeritz (en el Camino Real de Legorreta en Mariano Escobedo) supe que algo había pasado y que mucho estaba perdido.
El efecto  Camino Real tiene su origen cuando este dejo de ser exclusivo y comenzó a formar parte del grupo que posee el Hospital Ángeles, Imagen  telecomunicaciones, el periódico Excélsior, entre otras empresas. Grupo que  comenzó a reproducir de la misma manera que un  Wal-Mart, es decir, con la estructura / sistema constructivo modular más barato y una fachada compuesta por una piel exterior que fuera lo más lucidora por una ecuación precio/calidad pero sobre todo y a diferencia de Wal-Mart porque aplicó la ley de que según el sapo la pedrada. Es decir, un Camino Real y también porque no un Liverpool (o Palacio de Hierro) Tampico puede ser más chafita que uno de Pachuca y estos a su vez de uno de Cuernavaca y en otra liga completamente con el de Santa Fé en la ciudad de México.
Ahora confundidos quedamos aún más perplejos con el nacimiento de  submarcas como es el caso de Casa Palacio o  Liverpool Hogar, etc.
Y eso que importa si más allá de eso, esta bueno y barato el menú de fonda de los Palacios de Hierro de Durock.

Alejandro Leal